Por lo general los Aries son de constitución fuerte lo que les permite soportar las dolencias sin pestañear. No obstante, su apretada agenda de trabajo les obliga en ocasiones a realizar esfuerzos excesivos, y han de pagar el precio correspondiente. El signo Aries gobierna la cabeza de ahí que sea fácil que puedan padecer jaquecas y fuertes cefaleas, especialmente en situaciones de tensión.
Cuando caen enfermos tienden a reincorporarse prematuramente, de modo que la convalecencia se prolonga más de la cuenta.
Al llevar una vida tan activa corren el riesgo de sufrir accidentes con mayor facilidad. Debido a su apretado horario, a menudo se saltan comidas o se limitan a picar algo, con los siguientes problemas de digestión. Los Aries, que necesitan combustible de primera calidad para unos cuerpos tan activos, deben esforzarse por seguir una dieta sana y equilibrada. Cuando son jóvenes, creen que nada afectar a su salud de hierro, pero con los años descubren que no son indestructibles. En su caso un poco de previsión obrara milagros.